La Resiliencia de Jóvenes Sin Cuidados Parentales/Resilience of Youth without Parental Care

by Angélica Mejía

(English translation below. For additional posts in this series, visit: "Migration and Belonging.")

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Actividad escolar. Créditos fotográficos:  Lauren Heidbrink

La falta de cuidados parentales es un problema que afecta a un número significativo de niños y adolescentes en Guatemala. De acuerdo al informe de la Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar (RELAF)  (2010), más que 5,600 niños están institucionalizados en Guatemala, muchos de quienes experimentan inseguridad considerable mientras están transferido a través de orfanatos e instituciones por el país. Las razones por la ausencia de cuidado parental son diversas--como una alta prevalencia de enfermedades crónicas, pobreza extrema, el conflicto armado, un legado de la violencia a migración significante que pueden resultar a la desintegración familiar. Estos factores deben ser entendidos necesariamente como factores relacionados entre sí en lugar de entender como factores individuales o aislados que resultan en la pérdida de cuidados parentales.

Si bien las estadísticas son alarmantes, es importante reconocer cómo algunos niños y jóvenes sin el cuidado parental desarrollan la resiliencia. Al analizar cómo los jóvenes se emprenden proyectos de vida, tales como la búsqueda de educación formal y vocacional, así como sus fuentes de motivación, podemos empezar a desarrollar las instituciones y programas que inspiran más que impiden su desarrollo.

A través de mi colaboración desde 2007 con varias organizaciones comunitarias, he llegado a trabajar con 29 jóvenes, varios de los cuales encarnan condiciones de desigualdad y abandono al tiempo que demuestra al mismo tiempo la resistencia y la fuerza a pesar de estas condiciones. A pesar de encontrar algunos orfanatos e instituciones que disuaden a niños a partir de continuar su educación o el aprendizaje de las competencias profesionales, es decir, otras organizaciones sociales promueven el desarrollo personal y ofrecen importantes recursos educativos. Los que recibieron el apoyo y la oportunidad han terminado el ciclo de primaria, básico y bachillerato; algunos iniciaron una carrera en la universidad.

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Actividad escolar. Créditos fotográficos: Angélica Mejía

Tal es la experiencia de Marcos(1), 17 años de edad en su último año de bachillerato y sus hermanos menores, Mercedes de 15 años de edad y Dario de 13 años de edad. Son becarios de la Fundación Portales de Esperanza, ellos lograron continuar su educación, recibir apoyo de una organización comunitaria, y sobreponerse ante las circunstancias socio-económicas. Otros han optado por estudiar en escuelas vocacionales—carpintería, cocina y mecánica—para lograr un empleo que les permita contribuir con sus familias.

En mi colaboración durante la última década con las instituciones y organizaciones que sirven a los jóvenes sin cuidados parentales, los jóvenes articulan varias fuentes de resilienciade un deseo de continuar su educación, a contribuir al sustento de su familia, a la creencia en su propio potencial, a un deseo para controlar sus propias condiciones y futuros. Aun cuando estamos a menudo rápidos alabar a organizaciones no gubernamentales, fundaciones privadas e iglesias de distintas religiones para "salvar" a los niños y niñas necesitados, hay que señalar que los propios niños y niñas demuestran la resistencia en la identificación y la búsqueda de oportunidades dentro de estas redes sociales.

La identificación de las fuentes de la resistencia interna de los jóvenes es crítica. También lo importante es apoyar a las instituciones estatales, sociedad civil, y los sectores privados que reconocen y fomentan la capacidad de niños y niñas de recuperación. Sólo por crear oportunidades para que la población infantil participe de manera significativa en estas conversaciones, que podamos satisfacer las necesidades de los niños y niñas sin cuidados parentales.

Bibliografía:

Informe situación de la niñez sin cuidado parental o en riesgo de perderlo en América Latina (2010). Contextos, causas y respuestas. Guatemala: Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar.

Mejía, Angélica. (2014) Tesis: “Orientación, metodología para la atención escolar de los niños huérfanos”

Angélica Mejía (Angie) cumplió una Maestría en Gestión Social para el Desarrollo Local de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Guatemala (FLACSO-Guatemala) y cuenta con estudios de licenciatura en administración de organizaciones educativas de la Universidad San Pablo de Guatemala. Ella ha trabajado en diversas organizaciones educativas con enfoque social en organizaciones locales principalmente atendiendo a la niñez en orfandad.

(1) Seudónimo.

Resilience of Youth Without Parental Care

School activity. Photo credits: Lauren Heidbrink

School activity. Photo credits: Lauren Heidbrink

The lack of parental care is a significant challenge confronting a growing number of young people in Guatemala. According to Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar (RELAF) (2010), over 5,600 children are institutionalized in Guatemala, many of whom experience considerable uncertainty as they are routinely transferred between orphanages and institutions throughout the country. The reasons for an absence of parental care are diverse—from a high prevalence of chronic illnesses to extreme poverty to armed conflict to a legacy of violence to significant out-migration that may lead to family disintegration. These factors must necessarily be understood as interrelated rather than individual or isolated factors leading to loss of parental care.

While the statistics are alarming, it is important to recognize how some of the children and youth without parental care develop resiliency. By analyzing how young people undertake life projects, such as the pursuit of formal or vocational schooling, as well as their sources of motivation, we may begin to develop institutions and program that inspire rather than impede their growth.

Through my collaboration with several community-based organizations since 2007, I have been able to work with 29 young people, several of whom embody conditions of inequality and abandonment while simultaneously demonstrating resilience and strength in spite of these challenges.  While I have encountered some orphanages and institutions that dissuade children from continuing their education or learning vocational skills, that is to say, other social organizations promote personal development and offer important educational resources. Those receiving support and opportunity have finished primary, middle and high school; some are pursuing a college education.

School activity. Photo credits:&nbsp;Angélica Mejía

School activity. Photo credits: Angélica Mejía

Take the experiences of Marcos(1), a 17-year-old in his last year of high school, and his younger siblings, 15-year-old Mercedes and 13-year-old Dario. With scholarships from the Fundación Portales de Esperanza, they have been able to pursue their education, receive support from a local organization, and begin to overcome difficult socioeconomic circumstances. Still others pursue vocational training—carpentry, culinary and mechanical—eventually securing employment to contribute much needed financial resources to their families.

In my decades’-long collaboration with institutions and organizations serving young people absent parental care, youth articulate varied sources of resilience—from a desire to pursue education, to contributing to their family’s livelihood, to a belief in their own potential, to a desire to control their own conditions and futures. While we are often quick to laud non-governmental organizations, private foundations, and churches for “saving” young people in need, it should be noted that young people themselves demonstrate resilience in identifying and pursuing opportunities within these social networks.

Identifying the sources of young people’s internal resilience is critical. So too is supporting state institutions, civil society, and the private sector that recognize and nurture their resilience. Only by creating opportunities for youth to meaningfully participate in these conversations, may we meet the needs of young people without parental care.

Works Cited

Informe situación de la niñez sin cuidado parental o en riesgo de perderlo en América Latina (2010). Contextos, causas y respuestas. Guatemala: Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar.

Mejía, Angélica. (2014) Tesis: “Orientación, metodología para la atención escolar de los niños huérfanos”

Angélica Mejía (Angie) graduated with a Masters in Social Management of Local Development from Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Guatemala (FLACSO-Guatemala) and has a bachelor’s degree in Administration of Educational Organization from Universidad San Pablo of Guatemala. She has worked at various educational organizations with social focus on local organizations principally serving orphaned children. 

[1] Pseudonyms.

For the previous blog in the series: Ramona Elizabeth Pérez Romero: El Papel de las Comadronas de Almolonga/The Role of Midwives in Almolonga

For the next blog in the series: Celeste Sánchez, Giovanni Batz, Lauren Heidbrink, and Michele Statz: A Conversation on Translation/Una Conversación sobre Traducción

El Papel de las Comadronas de Almolonga/The Role of Midwives in Almolonga

por Ramona Elizabeth Pérez Romero

(English translation below. For additional posts in this series, visit: "Migration and Belonging.")

En el municipio de Almolonga, las comadronas contribuyen una habilidad especializada para la comunidad—de salvar vidas. La población reconoce que ellas son portadoras de grandes sabidurías ancestrales, que trasladan de generación a generación.  Mantienen una relación integral con individuales, desde el vientre de una madre. Aunque para ser reconocidas, hayan pasado por otras luchas para contrarrestar discriminación por las autoridades médicas y por el personal en hospitales departamentales en el apoyo de sus pacientes.

Oficina de comadrona, Almolonga. Créditos&nbsp;fotográficos: Lauren Heidbrink

Oficina de comadrona, Almolonga. Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink

Durante mi participación en una investigación comunitaria en Almolonga, yo entreviste Maria Isabel, una comadrona de 86 años. Ella compartió que esta misión de comadronas la traen desde el nacimiento: “Cuando yo empecé a trabajar, yo me enfermaba mucho, pero fui a consultar a un anciano y me dijo que yo sería comadrona. Que solo mejoraría si realizaba mi destino.  Mi primer parto fue en Panajachel hace más que 50 años...Yo no sé escribir ni leer, pero gracias a Dios porque ni uno [de los bebés] se me ha muerto” (Entrevista personal, 4 de Junio 2016).

Para la población, las comadronas cumplen un papel importantísimo.  Ellas son consultadas a orientar en los temas de métodos de planificación familiar, diagnosticar y proveer tratamiento de enfermedades, cuidar las mujeres con tratamientos y cuidado prenatales, y atender mujeres en parto y postparto. También, son consultadas para varias temas sociales y culturales.  Además, son un recurso valioso porque conocen el contexto y los recursos con los que se cuenta en el municipio. “Entienden el idioma de la localidad, la cultura y las necesidades de las mujeres; no miden riesgos ni tienen límites para llegar al lugar donde deben atender la labor de parto, por ello son muy queridas y respetadas en las comunidades” (Pacay 2012).

Las comadronas se comunican en k’iche’, el idioma principal de las mujeres y jóvenes en Almolonga; es importante porque la comunicación en un mismo código produce confianza y facilita que se busque una solución a los problemas dimensionados.  Según las comadronas, las jóvenes son las que más frecuentemente buscar su apoyo, ya que tienen preguntas y buscar consejo, a veces con miedo o vergüenza a pedir a sus padres. Ellas explicaban que los adolescentes están en la etapa de la juventud en donde buscan ser escuchados por otras personas y cuando a veces no encuentran ese nivel de confianza en el hogar o con los padres. Ellas y ellos las buscan para contarles sus problemas y buscar respuestas a sus dudas con su salud. Una comadrona de 40 años reflejaba: “Esto me hace sentir satisfecha porque con esta labor me siento útil para mi municipio, en apoyar a la población joven en sus derechos sexuales y reproductivos.”

Centro de Salud,&nbsp;Almolonga. Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink

Centro de Salud, Almolonga. Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink

El director del Centro de Salud en Almolonga explicó que hace cuatro años atrás, ninguna mujer visitaba el centro de salud para su control de embarazo.  Ahora sí porque del papel de las comadronas en aconsejarlas para su cuido, y ahora el Centro de Salud ha tenido resultados más positivos. Las comadronas de la municipalidad mantienen que su relación con el Centro de Salud está cambiando.

Antes, las comadronas sirvieron a sus comunidades sin regulación estatal. Sin embargo, en el 2010, la Ley de Maternidad Saludable estableció una relación formal y regulatoria entre las comadronas y el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. “Los proveedores comunitarios y tradicionales brindarán los servicios de maternidad en el primer nivel de atención, aplicando normas y protocolos establecidos… En el caso de las comadronas, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social deberá formular coordinadamente para establecer un programa para la formación de comadronas capacitadas y certificadas a nivel técnico” (Pacay 2012).

Regresando del mercado, Almolonga.&nbsp;Créditos&nbsp;fotográficos: Lauren Heidbrink

Regresando del mercado, Almolonga. Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink

A pesar de las mejores intenciones, habría que ver si se está cumpliendo con estas leyes sin consecuencias adversas y exclusiones de comadronas.  Uno de los objetivos específicos de la Política Nacional de Comadronas (Acuerdo Gubernativo 102-2015) es: “Fortalecer la participación activa de las comadronas en concordancia con el Sistema de salud como una de las formas fundamentales de reconocimiento del derecho al ejercicio de sus prácticas ancestrales y medicina tradicional” (Política Nacional de Comadronas 2015-2025). En práctica, las comadronas de Almolonga realizan reuniones una vez al mes, manejan un carnet emitido por el Ministerio de Salud y documentan los nacimientos que atienden.

Con el cambio a una política de regulación, hay comadronas, particularmente las que son de mayor edad, que de repente no son autorizadas por el estado a practicar su vocación. Maria Isabel, la comadrona de 86 años tiene más que 60 años de experiencia, no ha recibido un carnet del gobierno.  A pesar de que la gente sigue buscando su cuidado. Las mujeres tienen confianza y respeta en ella, reconocen su sabiduría para que las atienda y les de consejos para el cuido de los bebés.  Aunque estas relaciones suceden en la práctica, tenemos que preguntarnos si la política está realizando sus metas. ¿Se debe cuestionar este carnet y sus consecuencias?  Aunque la política pretende de reconocer a las comadronas garantizando al mismo tiempo el cuidado de alta calidad, ¿discriminamos y arriesgamos a la una sabiduría ancestral?

Almolonga. Créditos&nbsp;fotográficos: Lauren Heidbrink

Almolonga. Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink

Las comadronas son actores claves en Almolonga. Son parte fundamental en el desarrollo del municipio y también la nación. Los Acuerdos de Paz de 1996 dice: “Valorándose la importancia de la medicina indígena y tradicional se promoverá su estudio y se rescataran sus concepciones, métodos y prácticas” (Acuerdos de Paz 1996: 83). En consecuencia, es crítico que las comadronas no solo sean reconocidos por la comunidad sino también por las leyes. El futuro de Almolonga depende de ellas.

BIBLIOGRAFÍA

Gobierno de Guatemala y URNG. (1996). Acuerdos de Paz. Guatemala: Asamblea de la Sociedad Civil.

Pacay, M. (2012). El Don de Ser Comadrona. Revista: Amiga.

Ministerio de Salud Pública. 2015. Política Nacional de Comadronas de los cuatro Pueblos de Guatemala 2015-2025.

Municipio de San Pedro Almolonga. 2010. Plan de Desarrollo Municipal: Almolonga.

Pies de Occidente. (2001). El potencial de las comadronas en Salud Reproductiva. Quetzaltenango: Asociación para la promoción, investigación y Educación en Salud.

Pies de Occidente. (2006). Redes de Médicos Mayas en San Andrés Xecul. Quetzaltenango: Asociación para la promoción, investigación y Educación en Salud.

Ley de Maternidad Saludable. (2010). Decreto 32-2010, Artículo 17.

 

Ramona Elizabeth Pérez Romero es una mujer Maya Mam. Ella cumplió una Maestría en Gestión Social para el Desarrollo Local de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Guatemala (FLACSO-Guatemala) y una Maestría en Violencia Intrafamiliar y de Género en la Universidad de Costa Rica y Universidad Nacional. Posee una Licenciatura en Pedagogía de la Universidad Rafael Landívar de Quetzaltenango. Ella trabajó  como investigadora colaborando en el estudio de migración y retorno en Almolonga en 2016. 

 

The Role of Midwives in Almolonga

by Ramona Elizabeth Pérez Romero

In the municipality of Almolonga, midwives contribute a specialized ability to the community–they save lives. The people recognize that they are carriers of great ancestral knowledge, which they transmit from generation to generation. They maintain an integral relationship with individuals, initiated in the womb of a mother. However, to be recognized, they have undergone various struggles to counter discrimination by medical authorities and hospital personnel in support of their patients.

Midwife Office, Almolonga. Photo credit: Lauren Heidbrink

Midwife Office, Almolonga. Photo credit: Lauren Heidbrink

During my participation in a community-based study in Almolonga, I interviewed Maria Isabel, an 86-year-old midwife. She shared that midwives carry their mission since birth: “When I began to work, I would get very sick, but then I went to consult an elder, he told me I would be a midwife. That I would only improve [my health] if I fulfilled my destiny. My first birth was in Panajachel over 60 years ago...I do not know how to read or write, but thanks to God none [of the babies] have died on me” (Personal interview, June 4, 2016).

For the population, midwives fulfill a very important role. They consult with peopleproviding knowledge on methods of family planning, diagnosing and providing treatment for diseases, caring for women with prenatal care and treatments, and attending to women during and after birth. Also, people consult midwives on a number of social and cultural topics. They are a valuable resource as they know the local context and available resources in the municipality. “They understand the language of the locality, the culture, and the necessities of women; they do not measure the risks nor have limits in arriving at a location where they have to attend the work of birth, for this they are very loved and respected within communities” (Pacay 2012).

The midwives communicate in K’iche’, the primary language of the women and youth in Almolonga. This is important because communication in the same language creates trust and facilitates the search for a solution to multidimensional problems. According to the midwives, the youth in particular most frequently seek their support because they have questions and seek counsel, at times afraid or embarrassed to ask their parents. They explained that adolescents are at the stage of their youth where they look to be listened to by other people; sometimes not finding the trust they seek in their homes or with their parents. They look to midwives to discuss their problems and respond to doubts about their health. A 40-year-old midwife reflected: “This makes me feel satisfied because with this work I have felt very useful with my municipality, in supporting the young population in their sexual and reproductive rights.”

Health Center, Almolonga. Photo credits: Lauren Heidbrink

Health Center, Almolonga. Photo credits: Lauren Heidbrink

The director of Almolonga’s Health Center explained that four years ago, no women visited the health center to monitor their pregnancies. Now they do because of the role of midwives in advising them on their care, and now the Health Center sees more positive results. The midwives of the municipality maintain that their relationship with the Health Center is changing.

Returning from the market, Almolonga. Photo credits: Lauren Heidbrink

Returning from the market, Almolonga. Photo credits: Lauren Heidbrink

Before, midwives functioned without state regulation. However, in 2010, the Law of Healthy Maternity established a formal regulatory relationship between midwives and the Ministry of Public Health and Social Assistance. “The community and traditional providers provide maternity service at a first rate level, applying establishment norms and protocols…In the case of midwives, the Minister of Public Health and Social Assistance should coordinate in establishing a program for the instruction of trained and certified midwives at a technical level” (Pacay 2012).

In spite of best intentions, there is a need to verify that these laws are being implemented without adverse consequences and exclusions of midwives. One of the specific objectives of the National Policy of Midwives (Government Decree 102-2015) is: “To strengthen the active participation of midwives in accordance with the health system as one of the fundamental forms of recognizing the right to exercise ancestral practices and traditional medicine” (Política Nacional de Comadronas 2015-2025). In practice, midwives of Almolonga meet once a month, maintain a Ministry of Health-issued license, and document the births they attend.

Almolonga. Photo credits: Lauren Heidbrink

Almolonga. Photo credits: Lauren Heidbrink

With the change to a regulatory policy, there are midwives, particularly elderly ones, who have automatically become unauthorized by the state to practice their vocation. Maria Isabel, the 86-year-old midwife has more than 60 years of experience, has not received a government-issued license. Yet people continue to seek her care. Women trust and respect her and recognize her wisdom to attend their births and to provide guidance in caring for their babies. While these relationships continue in practice, we must ask if the policy is realizing its stated aims. Should we question this license and its consequences? Although the policy claims to recognize midwives while ensuring high quality care, are we not discriminating against and risking ancestral knowledge?

Midwives are crucial actors in Almolonga. They are foundational to the development of the municipality as well as to the nation. The 1996 Peace Accords states: “Valuing the importance of indigenous and traditional medicine will promote its study and will recover its concepts, methods and practices” (Acuerdos de Paz 1996: 83). Thus, it is critical that midwives are not only recognized in practice by the community but also under the law. Almolonga’s future depends upon them.

Works Cited

Gobierno de Guatemala y URNG. (1996). Acuerdos de Paz. Guatemala: Asamblea de la Sociedad Civil.

Pacay, M. (2012). El Don de Ser Comadrona. Revista: Amiga.

Ministerio de Salud Pública. 2015. Política Nacional de Comadronas de los cuatro Pueblos de Guatemala 2015-2025.

Municipio de San Pedro Almolonga. 2010. Plan de Desarrollo Municipal: Almolonga.

Pies de Occidente. (2001). El potencial de las comadronas en Salud Reproductiva. Quetzaltenango: Asociación para la promoción, investigación  y Educación en Salud.

Pies de Occidente. (2006). Redes de Médicos Mayas en San Andrés Xecul. Quetzaltenango: Asociación para la promoción, investigación y Educación en Salud.

Ley de Maternidad Saludable. (2010). Decreto 32-2010, Artículo 17.

Ramona Elizabeth Pérez Romero is a Mam-Maya woman. She completed her Masters in Social Management in Local Development from Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Guatemala (FLACSO-Guatemala), and a Masters in Interfamilial Violence and Gender at the University of Costa Rica and National University. She holds a bachelor’s degree in Pedagogy from the University of Rafael Landívar in Quetzaltenango. She worked as a researcher collaborating in the study of migration and return in Almolonga in 2016. 

For the previous blog in the series: Catarina Chay Quiej: A la Intersección de Género, Relaciones Familiares y Migración/At the Intersection of Gender, Family Relationships and Migration

For the next blog in the series: Angélica Mejía: La Resiliencia: Generador de movilización y auto-crecimiento/ Resilience of Youth without Parental Care

A la Intersección de Género, Relaciones Familiares y Migración/At the Intersection of Gender, Family Relations and Migration

Por Catarina Chay Quiej

(English translation below. For additional posts in this series, visit: "Migration and Belonging.")

Aunque conocido como el país de la eterna primavera con un ecosistema rico, Guatemala sufre de desigualdad socioeconómica extrema, con altos niveles de desnutrición, limitadas oportunidades de empleo, y exclusión de género, entre ellos la violencia contra la mujer, femicidio, racismo y exclusión social. Como revela nuestra encuesta comunitaria en Almolonga, la migración también es prevalente. Para algunas familias, es la única opción a pesar de la incertidumbre tremendano solo en los peligros del viaje, pero también, los riesgos de la desintegración familiar a largo plazo. 

Casa de remesas, Almolonga.&nbsp;Créditos&nbsp;fotográficos: Lauren Heidbrink

Casa de remesas, Almolonga. Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink

En nuestra encuesta, los padres cuentan de experimentar una presión psicológica y emocional para proveer las condiciones adecuadas para el desarrollo saludable de los hijos y su familia. Entre las limitadas opciones, buscan la mejor alternativa considerando factores como la educación, conseguir un empleo, ahorrar sus ingresos, y mandar remesas. Las familias buscan las oportunidades de comprar terreno, construir una casa, amueblarla, agenciarse de electrodomésticos que facilitan la vida, y dar una buena educación a los hijos. Este es el mejor escenario.          

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Vehículos en Almolona. Créditos fotográficos:  Giovanni Batz

Como encontramos en Almolonga, a veces la realidad es bastante diferentellena de riesgo, deuda, pérdida y con pocas garantías. Los que quedan, quedan angustiados al ver como su querido se obliga a las incertidumbres del viaje. En los casos más tristes, sus queridos terminan desaparecidos o muertos. En otras ocasiones, aunque el migrante llega a su destino, la llegada viene con una mezcla de emociones dado a los traumas y la violencia que sufren en el camino mientras que felizmente celebran una llegada como un gran logro. Las familias nos dijeron que, si bien el migrante busca conseguir rápidamente un empleo, la familia que queda lucha para subsistir y pagar su deuda migratoria hasta cuando las primeras remesas llegan. Varias de las mujeres que entrevistamos describen que viven en la casa de los suegros sin sus esposos resultando en su pérdida de privacidad y libertad de realizar actividades que beneficien su entorno social, emocional o familiar. Algunas mujeres describieron ser vigiladas constantemente y ser víctimas a explotación laboral de parte de sus suegros; al llegar las remesas, los suegros se apropian del dinero, no permiten que sean autónomas ni independientes.

Si bien la migración puede contribuir a mejores condiciones económicas y materiales, también puede transformar las estructuras familiares cambiando los roles típicos de género. Como nos encontramos en nuestro estudio, cuando el padre de familia migra, las madres se quedan como cabezas de la familia, asumiendo responsabilidades de sustento económico de la familia y de lidiar con la educación de los hijos. En estos casos, las madres cuentan que trabajan de más para cubrir los gastos familiares, deudas y, a veces, para enviar remesas inversas; es decir, algunas mandan dinero al esposo en Estados Unidos mientras este se establece. En Almolonga, nos encontramos mujeres también que migran, luchando para mejorar sus situaciones económicas. Sin embargo, la migración también trae sus riesgos. Según los entrevistados, las mujeres son más vulnerables a sufrir violaciones, robos, enfermedades, discriminaciones, y sufrimientos.

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Muñecas en Escuela. Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink

Entre las mujeres que permanecen en Almolonga, algunos describen que buscan una pareja extramarital o formalizan una nueva relación sentimental para apoyarlas. En algunas situaciones, estas relaciones resultaron en un descuido de sus hijos o una separación de sus esposos que también buscan otras parejas en los Estados Unidos, dejando de apoyar a sus hijos que permanecen en Guatemala.  

En resumen, los riesgos de la migración son significativos y múltiples y las consecuencias de la migración son profundas. Desde la violencia a la deuda a los cambios en los roles de género a la desintegración familiar, la migración trae tanto cambios estructurales como cambios íntimos en la vida de las familias, cambios importantes que merecen un examen más detallado.

 

Catarina Chay Quiej es estudiante de la Universidad Rafael Landívar-Quetzaltenango en la carrera de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Ella ha trabajado en su comunidad en la Municipalidad de Zunil con grupos de mujeres indígenas a través de capacitaciones en sus derechos e incidiendo en la participación ciudadana. Ella trabajó como investigadora colaborando en el estudio de migración y retorno en Almolonga en 2016.  

 

At the Intersection of Gender, Family Dynamics and Migration

by Catarina Chay Quiej

Although known as the land of eternal spring with a rich ecosystem, Guatemala suffers from extreme socio-economic inequality, with high levels of malnutrition, limited employment opportunities, and gender exclusion, among them violence against women, femicide, racism and social exclusion. As our community-based survey in Almolonga revealed, migration is also prevalent. For some families, it is the only option in spite of the tremendous uncertainty--not only the dangers of the journey but also, the risks of family disintegration over the long-term.

Remittance home, Almolonga. Photo credits: Lauren Heidbrink

Remittance home, Almolonga. Photo credits: Lauren Heidbrink

In our survey, parents report feeling the psychological and emotional pressure to provide adequate conditions for the healthy development of their children and families. Within the limited options, they search for the best alternativein many cases migrationconsidering factors such as education, securing employment, saving earnings, and sending remittances. Families search for opportunities to buy land, build a house, furnish it, acquire appliances that make life easier, and, importantly, to secure a good education to their children. This is the best scenario.

Vehicles in Almolonga. Photo credits: Giovanni Batz

Vehicles in Almolonga. Photo credits: Giovanni Batz

As we found in Almolonga, sometimes the reality of families with migrants is quite differentfilled with risk, debt, loss and few guarantees. Those that remain are anguished as their loved ones undertakes the uncertainties of the journey. In the saddest situations, their loved one ends up missing or dead. At other times, although the migrant arrives at his or her destination, the arrival is met with mixed emotions given the traumas and violence experienced en route while happily celebrating one’s arrival as a great achievement. Families told us that while the migrant seeks to quickly secure employment, they struggle to survive and to now pay the additional migratory debt until the first remittances arrive. Several interviewed women described that living without their spouse in the home of their in-laws has resulted in a loss of privacy and freedom from activities that benefit their social, emotional, and familial surroundings. Some women describe being constantly surveilled and others describe their in-laws exploiting their labor; when the remittances arrive, the in-laws seize the money, not allowing for autonomy or independence.

While migration may contribute to improved economic and material conditions, it may also transform family structures by changing the traditional gender roles. As we found in our study, when a father migrates, the mother who remains may become head of the family, assuming responsibility for the economic livelihood of the family and directing their children’s education. In these instances, mothers explained that they work more to cover the family expenses, pay debts, and at times send inverse remittances; that is, some women described sending money to the husbands in the United States until he got settled. In Almolonga, we encountered women who migrate as well, struggling to improve their economic situation. However, their migration also comes with risks. According to interviewees, women are more vulnerable to experiencing rape, robbery, illnesses, discrimination, and hardship.

Dolls in a school. Photo credits: Lauren Heidbrink

Dolls in a school. Photo credits: Lauren Heidbrink

Among women who remain in Almolonga, some describe looking for an extramarital partner and/or building new emotional relationships to support them. In some situations, these relationships resulted in neglect of their children or a separation from their husbands who also may have established new relationships or families in the United States, neglecting to support their children who remain in Guatemala.

In sum, the risks of migration are significant and multiple and the consequences of migration are profound. From violence to debt to shifting gender roles to family disintegration, migration brings both structural and intimate changes in the lives of families, important changes that warrant closer examination. 

 

Catarina Chay Quiej is a student of the Universidad Rafael Landívar-Quetzaltenango studying International Relations in the Political and Social Sciences department. She has worked in her community in the municipality of Zunil with groups of indigenous women through workshops on their rights and the importance of civic participation. She worked as a researcher collaborating in the study of migration and return in Almolonga in 2016. 

For the previous blog in the series: Alejandro Chán: Almolonga: una interpretación a partir de la migración a Estados Unidos/ Almolonga: an interpretation of migration to the United States

For the next blog in the series: Ramona Elizabeth Pérez Romero: El Papel de las Comadronas de Almolonga/The Role of Midwives in Almolonga

Almolonga: Una interpretación a partir de la migración a Estados Unidos/Almolonga: an interpretation of migration to the United States

por Alejandro Chán

(English translation below. For additional posts in this series, visit: "Migration and Belonging.")

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Actividad con jóvenes sobre la migración, Sibinal. Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink.

Después de meses participando en una encuesta comunitaria, entrevistando familias en Almolonga, un municipio del departamento de Quetzaltenango, Guatemala, se pudo tener aproximaciones sobre algunas dinámica social, económica, política y cultural; de manera que en esteblog pretende a capturar algunos fragmentos de la vida cotidiana a la intersección de familia y migración. Aunque de inicio fue difícil, no obstante, de encuesta a encuesta, de entrevista a entrevista, poco a poco se fue conociendo sobre el sentir, la percepción y la opinión de las personas en el tema de migración. No importando contar con vivencias directas o ajenas, siempre hubo una opinión. Era evidente que hay muchas experiencias de sufrimiento que no se hablan-- que no se comparten, sino que se sufren en silencio; muchas familias toleran o reprimen los aspectos negativos que provoca la migración.

Vista de Almolonga. 
 

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Vista de Almolonga. Créditos fotográficos: Giovanni Batz

Escuchar, por ejemplo, la experiencia de rupturas entre esposas y esposos, entre padres e hijos y viceversa. O de los peligros que corren los migrantes, la violación constante y permanente de sus derechos más elementales: la vida, la dignidad y la libertad. Es decir, que el derecho de migrar o no migrar no traen garantías algunas.

Derechos humanos se desvanecen en distintas rutas--ante las largas caminatas que emprenden los migrantes en los desiertos donde exponen y arriesgan su vida. El camino de los migrantes supone el despojo de sus derechos y con ello sus sueños de tener una vida digna. Muchos mueren buscando al “Sueño Americano.” Otros llegan y logran obtener un trabajo. Sin embargo, no significa el fin de los sufrimientos; sino que se transforman por otras formas de sometimiento--el racismo, la discriminación y la explotación en las interacciones económicas, sociales y políticas de los Estados Unidos.

¿Cuántos migrantes son despojados de sus derechos, del esfuerzo, fruto de su trabajo? ¿Cuántos aguantan esta explotación por el hecho de buscar una “mejor vida”?

 
 

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Marcas de la migración, Almolonga. Créditos fotográficos: Giovanni Batz

Es cierto que en algunas ocasiones los migrantes logran de mandar dinero a sus familias y con éste pueden comprar o mejorar sus viviendas o comprar tierra para cultivar los alimentos para sus familias que se quedan. Pero no equivale a tener una vida digna. Dichos logros tienen costos inmensurables: separarse de la familia, vivir solo, desconectado del pueblo, lejos del sueño de una vida mejor.

Y para los que se quedan también es difícil. Como mencionó una de las entrevistadas: “No es lo mismo educar a los hijos en pareja que uno solo.” Esto es solo uno de los tantos retos que enfrentan las familias que se quedan en espera del ser querido que fue a buscar el “Sueño Americano.”

En este sentido, el “Sueño Americano” es solo una ilusión que obliga a millones de personas a migrar al Norte. Ya estando allí el sueño del migrante es el menos beneficiado; es el que lo menos importa. Lo que le importa a Estados Unidos es el trabajo que ofrecen los migrantes de forma barata. Un migrante retornado relató: “a nosotros los migrantes guatemaltecos, nos dan los trabajas más duros y por ser indocumentados no nos pagan lo que es justo.” No obstante jornadas largas de trabajo en las peores condiciones, aun así el migrante sigue trabajando.

De manera que Estados Unidos absorbe la fuerza de trabajo de los empobrecidos de países como Guatemala y comunidades como Almolonga. Millones de personas por la pobreza que impone el sistema económico global vigente se ven obligados a tomar la única alternativa que el mismo sistema económico global ha fabricado--la migración irregular--para luego ser explotados en el “primer mundo” si llegan.

A como está el panorama se puede ver que aquí o allá el Estado, el supuesto garantes y protectores de los derechos humanos, se ha convertido en la mayor estructura criminal que persigue, asesina y empobrece a los migrantes.

Cruzando la frontera de Guatemala y Mexico. 
 

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Cruzando la frontera de Guatemala y Mexico. Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink

Y por si fuera poco, detrás de esta explotación se fortalece cada vez un negocio donde se visualizan estructuras, instituciones, organizaciones y personas que explotan al migrante. Como se ve en Almolonga, por ejemplo, los coyotes que son los primeros en cobrar una cantidad exorbitante de dinero a las familias o personas que quieren migrar, luego se encuentran por los préstamos con intereses sumamente altos de los bancos, cooperativas o prestamistas. Las autoridades fronterizas corruptas que, al igual que las estructuras criminales como los Zetas, cobran cuotas a los migrantes con la finalidad de tener derecho de paso por los territorios nacionales. Todo dicho, la cantidad de los actores e instituciones que aprovechan la vulnerabilidad de los migrantes son impresionantemente numerosos.

Una vez que los migrantes logran integrarse en la economía de la explotación de los Estados Unidos, los mayores beneficiados nuevamente son los bancos o instituciones financieras donde tiene lugar las transacciones de las remesas. En tándem, los centros comerciales se benefician por publicar y cultivar una cultura de consumo en las familias receptoras de las remesas.

Aun en estas condiciones, es fundamental que reconocemos y aprendemos de las múltiples resistencias que consolidan los migrantes para esperar por un mundo mejor, así como también los familiares que se entretejen con su experiencia en búsqueda por una vida más digna.

Alejandro Chán es Maya K’iche’, originario de San Andrés Xecul, Totonicapán. Maestro en Gestión Social para el Desarrollo Local, por FLACSO-Guatemala y Politólogo por la Universidad Rafael Landívar. Ha publicado en revista El Observador,  sobre reconfiguración del territorio.

 

Almolonga: An interpretation of migration to the United States

by Alejandro Chán

Activity with youth about migration. Photo credits: Lauren Heidbrink

Activity with youth about migration. Photo credits: Lauren Heidbrink

After months of participating in a community survey, interviewing families in Almolonga, a municipality in the Department of Quetzaltenango, Guatemala, it was possible to approximate some of the social, economic, political and cultural dynamics. This blog aims to capture some of the fragments of daily life at the intersection of family and migration. While it was difficult at the beginning, from survey to survey, from interview to interview, little by little, we gradually came to know the feelings, the perceptions, and the opinions of the people on the topic of migration. Regardless of having direct or indirect experiences with migration, there was always an opinion. It was evident that there were many experiences of suffering that are never discussed--that are not shared, but rather suffered in silence. Many families tolerate or repress negative aspects that incite migration.

View of Almolonga. Photo credits: Giovanni Batz

View of Almolonga. Photo credits: Giovanni Batz

Take, for example, the ruptures experienced between wives and husbands, between parents and their children and vice versa. Or the dangers that immigrants face, the permanent and constant violation of their most fundamental rights: life, dignity and liberty. That is to say, the right to migrate and the right to not migrate do not come with any guarantees.

Human rights vanish along different routes--before the long journeys migrants undertake across the deserts where they expose and risk their lives. Migrants’ paths imply the displacement of their rights and with it their dreams of a dignified life. Many die searching for the “American Dream.” Still others arrive and are able to obtain employment. However, this does not mean the end of their suffering; they are transformed to other forms of subjugation--racism, discrimination, and exploitation in their economic, social and political interactions of the United States.

How many migrants are stripped of their rights, their efforts, the fruits of their labor. How many endure this exploitation in seeking a “better life?”

Marks of migration. Photo credits: Giovanni Batz

Marks of migration. Photo credits: Giovanni Batz

On some occasions migrants may succeed in sending money to their families and with it, their families can buy and improve their houses or purchase land to cultivate the sustenance for their families who remain. But this is not equivalent to having a dignified life. These achievements come with immeasurable costs: separation from family, living alone, disconnected from the community, far from the dream of a better life.

And for those who remain, it is also difficult. As one interviewee mentioned: “It is not the same to educate children as a couple than alone.” This is just one of the many challenges that families confront, as they wait for their loved one who left in search of the “American Dream.”

In this sense, the “American Dream” is only an illusion that forces millions of people to migrate to the North. Once there, the migrant’s dream is least valued; it is the one that matters least. What matters to the United States is the cheap labor that migrants provide. A returned migrant related: “To us Guatemalan migrants, they give us the hardest jobs and because we are undocumented, they do not pay us justly.” In spite of a long day’s work in the worst conditions, the migrant still continues working.

In this way, the United States absorbs the workforce of impoverished countries like Guatemala and communities like Almolonga. Because of the imposition of the current global economic system, millions of people find themselves in poverty and see themselves obligated to take the only alternative that the global economic system itself has created--irregular migration--to only then be exploited by the “first world” if they arrive.

In this panorama, the State here and there, the so-called guarantors and protectors of human rights, has become the greatest criminal structure that persecutes, assassinates, and impoverishes migrants.

Crossing the Guatemala-Mexico border. Photo credits: Lauren Heidbrink

Crossing the Guatemala-Mexico border. Photo credits: Lauren Heidbrink

And if that were not enough, behind this exploitation is a business network that is increasingly strengthened by structures, institutions, organizations and people that exploits migrants. As we see in Almolonga, for example, coyotes [smugglers] are the first to charge a exorbitant amounts of money to families or people who want to migrate, followed by high-interest loans from banks, cooperatives or money-lenders. Corrupt border officials who, in the same manner as criminal structures such as the Zetas, charge fees to migrants, as if they own the right of passage through national territories. All told, the number of actors and institutions that take advantage of migrants’ vulnerability are breathtakingly numerous.

Once migrants are integrated into an exploitive US economy, the principal beneficiaries are yet again the banks and financial institutions where remittances pass. In tandem, commercial centers benefit by publicizing and cultivating a consumer culture among families receiving these remittances.

Even in these conditions, it is critical that we recognize and learn from the multiple forms of resistance that strengthen migrants to hope of a better world are recognized and admired, as well as their family members whose experiences are interwoven in the pursuit for a more dignified life.

 

Alejandro Chán is Maya K’iche’ from San Andrés Xecul, Totonicapán. He has a Masters in Social Management of Local Development from FLACSO-Guatemala and is a Political Scientist at the University Rafael Landívar. He has published in the magazine El Observador regarding the reconfiguration of territory in Guatemala.

For the previous blog in the series: Sandra Elizabeth Chuc Norato: Deudas y Migración: Explorando a la realidad de Almolonga/ Debt and Migration: Exploring Almolonga’s reality

For the next blog in the series: Catarina Chay Quiej: A la Intersección de Género, Relaciones Familiares y Migración/At the Intersection of Gender, Family Relationships and Migration

Deudas y Migración: Explorando a la realidad de Almolonga/Debt and Migration: Exploring Almolonga’s reality

por Sandra Elizabeth Chuc Norato

(English translation below. For additional posts in this series, visit: "Migration and Belonging.")

La falta de empleo y la situación correspondiente económica en Guatemala son algunos de los factores que influyen fuertemente en la decisión de migrar. En el municipio de Almolonga en Guatemala, tal es la situación de varias familias que participaron en nuestra investigación. Según los participantes, una de las primeras etapas en decidir de migrar es la identificación de cómo financiar la migración. En 2016, el viaje desde Almolonga hacia Estados Unidos tiene un costo entre 50,000.00 quetzales hasta 60,000.00 quetzales, una cantidad significativa para una comunidad agraria en donde los entrevistados cuentan con ingresos diarios de 15 quetzales a 150 quetzales al dia.

Tercer Lugar:&nbsp;America. Almolonga.&nbsp;Créditos&nbsp;fotográficos: Lauren Heidbrink

Tercer Lugar: America. Almolonga. Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink

En este contexto, los que deciden de migrar hacia Estados Unidos se tropiezan con dificultades significativos para agenciarse de tal financiamiento.  Las entidades crediticias reguladas, como bancos o cooperativas, no financian este tipo de actividad debido al riesgo que representa el viaje y la incertidumbre de pasar la frontera exitosamente. Ante ello algunos habitantes de la localidad recurren a solicitar préstamos con prestamistas locales, familiares, amigos o conocidos. Es preciso señalar que piden préstamo no exclusivamente para financiar la migración sino también para satisfacer otras necesidades como el financiamiento para la cosecha estacional, emergencias de salud, o gastos funerarios.

Desde un punto de vista financiero, “La deuda…se puede referir a un saldo establecido tanto en efectivo como en especie (tal como un favor que debe ser pagado)” (Villareal, 2004: 14). En Almolonga, el financiamiento que algunas personas obtienen con prestamistas entidades crediticias no reguladas préstamos que se pueden catalogar como deuda, la cual implica una tasa de interés, una garantía como la escritura de un bien inmueble y un plazo de tiempo designado para el pago.

Tienda de fertilizantes, Almolonga.&nbsp;Créditos&nbsp;fotográficos: Lauren Heidbrink.&nbsp;

Tienda de fertilizantes, Almolonga. Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink. 

Los pobladores de Almolonga también recurren a entidades crediticias reguladas bancarias o cooperativas. Se considera que “El crédito se usa habitualmente para relaciones más formales con bancos u otras instituciones… Se tiene el derecho a recibir ciertos fondos y se reconoce la obligación de pagar una tasa de interés” (Villarreal; 2004:14). Los montos que otorgan las entidades crediticias reguladas para esta actividad oscilan entre 10,000.00 quetzales hasta 40,000.00 quetzales y las tasas de interés que cobran se ubican entre 18% al 30% anualmente. Esta modalidad de préstamos también incluye un requisito de una garantía–bien inmueble–que avala el cumplimiento o el pago del monto otorgado en crédito o deuda

Las entidades financieras reguladas existentes en Almolonga tienen normas y parámetros establecidos para otorgar créditos, entre los cuales figura la garantia de un bien inmueble con escritura registrada. Algunas de las personas que recurren a estas entidades crediticias no cuentan con tal garantía y, así, no reúnen los requisitos establecidos. Como resultado, buscan un respaldo familiar, colega profesional, o contacto personal para que sirva como “fiador.” De esta forma, la responsabilidad de pagar la deuda es compartida. Este tipo de relaciones es compleja pues no solo encierra el compromiso de “cumplir con la palabra” sino también tiene un sentido profundo para la población Maya K’iche’. Implica un compromiso moral que tiene más valor que la firma de documentos legales escritos requerido por una entidad crediticia.  

Las condiciones para cumplir con el compromiso son precarias y las consecuencias de no cumplir son graves. Para algunas familias, cumplir con el compromiso de pago mensual representa largas e intensas jornadas de trabajo (de hasta 15 horas, 2:00am – 5:00pm) y el involucramiento directo de todos los miembros de la familia. Además, las familias enfrentan eventualidades que no son posibles de anticipar condiciones climáticas, bajas en los precios de los productos, cambios drásticos en el mercado local y extranjero, y enfermedades o accidentes de miembros de la familia.  Si no paga, hay un incremento abrumador de la deuda que puede resultar en la pérdida total de sus bienes inmuebles y/o fragmentación de relaciones con familiares o amistades.

Prestamos hipotecarios en 24 horas, Departamento de Quetzaltenango (Anonimizada). &nbsp;Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink

Prestamos hipotecarios en 24 horas, Departamento de Quetzaltenango (Anonimizada).  Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink

Es preciso señalar que existen casos en los cuales las personas recurren a entidades crediticias y solicitan crédito para el uso en agricultura o comercio, pero realmente es utilizado para financiar la migración irregular. Esta situación no es reconocida “oficialmente” por el sistema bancario o el sistema cooperativo. También sucede que las personas recurren a la deuda con entidades financieras no reguladas prestamistas quienes conceden los montos solicitados siempre y cuando exista una garantía de bien inmueble sin importar el tipo de escritura; además se debe firmar un documento/contrato privado ante un abogado y notario que puede ser un “Reconocimiento de Deuda” o una “Cesión de Derechos” sobre el bien inmueble que figura como garantía. Los montos que otorgan oscilan entre los 20,000.00 quetzales y 60,000.00 quetzales y las tasas de interés se ubican desde 3% hasta 5% mensual (su equivalente de 36%  hasta 70% anual).

Independientemente si el préstamo viene de una entidad financiera regulada o no regulada, esta dinámica de crédito y deuda genera una serie de efectos en las familias. Aquí, se remarcan dos específicamente

  1. Varios entrevistados cuentan del monto adeudado se utiliza directamente para el ‘pago del coyote.’ Si la persona que realiza el viaje no logra pasar, al regresar a Guatemala, generalmente la deuda ha incrementado; no tiene un trabajo que le permita generar ingresos económicos suficientes para asumir el compromiso adquirido. Esto genera atrasos en los pagos. En algunos casos ante no poder pagar la deuda, como consecuencia la familia pierde el bien inmueble que fue otorgado en garantía. En ocasiones, es el único patrimonio familiar que poseen. Es decir que las condiciones económicas precarias se acentúan, limitando la alimentación, salud y educación de todos los miembros de la familia.

  2. En otros casos, el monto adeudado también es utilizado para financiar la migración y la persona logra llegar a su destino. El o ella encuentra un trabajo y genera ingresos económicos suficientes para luego enviar remesas a su familia. Generalmente, las familias cuentan de priorizar el pago de la deuda para recuperar el bien inmueble que garantiza la deuda. Luego de ello se destina cierta cantidad de las remesas para las necesidades familiares como alimentación, educación, y salud. En algunos casos, a pesar de las remesas, las familias describen recurrir nuevamente al uso de la deuda o del crédito para financiar actividades agrícolas y de comercio, compra de bienes inmuebles como terrenos para la agricultura, o construcción de viviendas que posteriormente serán habitadas por la familia. Es decir que la deuda o el crédito se vuelve recurrente en la vida de los migrantes en los EE.UU. y los que fueron deportados.

Bibliografía

Villareal, Magdalena 2004  Antropología de la deuda. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social CIESAS.

Sandra Elizabeth Chuc Norato es una mujer Maya Kich’e’, originaria del Municipio de Totonicapán, Guatemala. Ella es una profesional en gestión del desarrollo con experiencia en investigación cualitativa y cuantitativa. Tiene maestría en Gestión Social para el Desarrollo Local por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO-Guatemala y licenciatura en Administración de Empresas por Universidad de San Carlos de Guatemala.

 

Debt and Migration: Exploring Almolonga’s reality

by Sandra Elizabeth Chuc Norato

The lack of employment and corresponding economic situation in Guatemala are some of the factors that strongly influence the decision to migrate. In the municipality of Almolonga in Guatemala, such is the situation of several families who participated in our study. According to participants, one of the first steps in deciding to migrate is identifying how to finance migration. In 2016, the journey from Almolonga to the United States cost between 50,000.00 quetzales to 60,000.00 quetzales, a significant amount for an agrarian community in which respondents have a daily income ranging from 15 to 150 quetzales per day.

Third place: America. Almolonga. Photo credits: Lauren Heidbirnk

Third place: America. Almolonga. Photo credits: Lauren Heidbirnk

In this context, those who decide to migrate to the United States are faced with significant difficulties to wangle such funding. Regulated lenders, such as banks or credit unions, do not fund this type of activity due to the risk of the journey and the uncertainty of successfully crossing the border. In response some residents resort to borrowing from local moneylenders, family, friends or acquaintances. It should be noted that people solicit loans not only to finance migration but also to meet other needs such as financing seasonal harvests, health emergencies, or funeral expenses.

From a financial standpoint, "Debt ...can refer to a balance established both in cash and in kind (such as a favor to be paid)" (Villareal, 2004: 14). In Almolonga, in order to secure financing from moneylenders unregulated credit entities in the form of a loan often requires a guarantee such as the deed to property. The terms of this agreement, which can be classified as a debt, also establishes a period of time for repayment that includes variable interest rates.  

Fertilizer store, Almolonga. Photo credits: lauren Heidbrink

Fertilizer store, Almolonga. Photo credits: lauren Heidbrink

The people of Almolonga also resort to regulated credit entities banks or cooperatives. It is considered that “Credit is commonly used in more formal relationships with banks or other institutions...One has the right to receive certain funds and the obligation to pay a rate of interest [for those funds] is recognized” (Villarreal; 2004:14). The amounts granted by regulated lenders for these activities vary between 10,000.00 and 40,000.00 quetzales, and the interest rates they charge are between 18% and 30% annually. This mode of loans also includes a requirement of collateral normally real estate that guarantees the fulfillment or payment of the granted amount in credit or debt.

Regulated financial entities that exist in Almolonga have established norms and parameters to grant credit, which include collateral in the form of real estate with registered documentation. Some people who seek these lenders do not have this guarantee, and therefore, do not meet the established requirements. As a result, they look for backing via a family member, professional colleague, or personal contact to serve as “guarantor”. In this way, the responsibility to pay the debt is shared. These types of relationships are complex since it not only includes the commitment to “fulfill your word” but also has a profound meaning for K’iche’ Maya people. It implies a moral commitment that has more value than a signed legal documents required by a lending entity.

The conditions to fulfill the commitment are precarious and the consequences of noncompliance are great. For some families, fulfilling the monthly payment commitment represents long and intense work days (up to 15 hours, 2:00 am - 5:00 pm) and the direct involvement of all members of the family. Besides, families confront unexpected events--weather conditions, declines in commodity prices, drastic changes in local and overseas markets, accidents and illnesses of family members. If they do not pay, there is an overwhelming increase in debt which may result in the total loss of their property and/or the fragmentation of relationships with family or friends.  

24 hour Mortgage Lender, Department of Quetzaltenango (Anonymized). Photo credits: Lauren Heidbrink

24 hour Mortgage Lender, Department of Quetzaltenango (Anonymized). Photo credits: Lauren Heidbrink

It should be noted that there are cases in which people turn to lenders and apply for credit to use in agriculture and trade, while in actuality, it is used to finance irregular migration. This situation is not recognized "officially" by banks and cooperatives. It also happens that people turn to loans from non-regulated financial entities moneylenders who grant requested amounts as long as there is a guarantee of property regardless of the type of deed; they must also sign a private contract before a lawyer and notary which serves as an "IOU" or "Assignment of Rights" on the real estate listed as collateral. Amounts granted range from 20,000.00 and 60,000.00 quetzales and interest rates range from 3% to 5% per month (an equivalent of 36% to 70% annually).

Regardless if loans originate from a regulated or unregulated financial entity, this dynamic of credit and debt generates of series of effects for the families. Here, I discuss two specifically:

  1. Various interviewees indicate that the acquired amount is utilized directly for the ‘payment of the coyote.’ If the person who undertakes the trip is unable to cross, upon returning to Guatemala, generally the debt has increased; there is no job that allows for sufficient income to fulfill their commitment. This creates delays in payment. In some cases when unable to pay the debt, the family ultimately lose the property offered as collateral. In some instances, it is the only property the family has. This is to say that their precarious economic conditions are exacerbated, limiting nutrition, health and education of all family members.
  2. In other cases, the acquired amount is also used to finance migration, but the individual is able to reach their destination. She or he finds employment and earns sufficient income to send remittances to family. Generally, the families prioritize the payment of the debt to recover the property utilized as collateral. Afterwards, a certain amount of the remittances is destined to cover family needs such as nutrition, education and health. In some instances, in spite of remittances, families describe once again returning to the use of debt and credit to finance agricultural or commerce activities and, to buy property such as land for agricultural production, or to construct their homes which will be inhabited by the family. That is to say, debt and credit becomes recurrent in the lives of migrants in the U.S. and those deported to Guatemala.

Works Cited

Villareal, Magdalena 2004  Antropología de la deuda. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social CIESAS.

 

Sandra Elizabeth Chuc Norato is a K’iche’ Maya woman, originally from the Municipality of Totonicapán, Guatemala. She is a professional in Development Management with experience in qualitative and quantitative research. She has a Masters in Social Management for Local Development by the Latin American Department of Social Sciences FLACSO – Guatemala and a bachelor’s in Business Administration at the University of San Carlos, Guatemala.

For the previous blog in the series: Amparo Monzón: Botas Negras/Tuqxajab’ q’eq/Black Rubber Boots

For the next blog in the series: Alejandro Chán: Almolonga: una interpretación a partir de la migración a Estados Unidos/ Almolonga: an interpretation of migration to the United States

Botas Negras / Tuqxajab’ q’eq / Black Rubber Boots

By Amparo Monzón

(K'iche' and English translations below. For additional posts in this series, visit: "Migration and Belonging.")

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Créditos fotográficos: CMFOTO

El contexto de este poema surge a través de las múltiples vivencias de sabidurías compartidas por mujeres, hombres, niñas, niños, jóvenes, ancianos y ancianas durante la investigación de campo sobre migración en Almolonga realizada en el verano del 2016 en Guatemala.

Describe en su forma orgánica la vida de una familia agricultora de Almolonga que se levanta aproximadamente a las 2:00 a.m. y termina su día laboral alrededor de las 7:00 p.m. Por consiguiente, la narración de este poema está dividida en las horas que rigen la dinámica agrícola de la población de dicho municipio.

Las primeras tres estrofas consisten en un cuestionamiento sobre la vida que lleva la familia actualmente y las últimas dos la solución que resuelven tomar. Cansados, la pareja decide migrar a los Estados Unidos.

Ellos narran su viaje. En el sexto verso, la escritora narra en tercera persona, describiendo la voz callada de muchos migrantes que han desaparecido sin saber de ellos.

Escrito en Español, K’ iche’ e Inglés, este poema es dedicado a las miles de personas que migran, asumiendo los costos diarios y humanos de la política exterior de los Estados Unidos.

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The context for his poem emerges from the many life experiences of shared wisdom by women, men, children, youth and elders that resulted from conducting fieldwork on migration in the Summer of 2016 in the municipality of Almolonga, located in the western highlands of Guatemala.

The poem organically describes the life of an agricultural family in Almolonga who wake up approximately at 2:00 a.m. and end their work day at about 7:00 p.m. Accordingly, the narration of this poem is divided into the hours that coincide with the agricultural cycle of Almolonga.

The first three stanzas question the family’s present-day life and the last two are about their resolution. Tired, the couple in the poem decide to migrate to the United States.

They narrate their trip and journey north. In the sixth verse, the author narrates in third person describing the silenced voices of many migrants who have disappeared and whose whereabouts are unknown.

Written in Spanish, K’iche’ and English, this poem is dedicated to the thousands of people that migrate, bearing the everyday human costs of US foreign policy.

 

Botas Negras

2:00 a.m. (Aún no ha salido el sol)

Yo no necesito reloj para levantarme.

Solo siento el olor de mis botas negras para recordarme.

Yo no necesito ver la tierra para sentirla.

Solo necesito mis manos,

para limpiarla, sembrarla, picarla y cosecharla.

6:00 a.m. (Mercado Local vs. Mercado Global)

Yo no necesito que me repitan que los precios de las verduras han bajado.

Solo necesito llevar mi bulto al mercado.

Yo no necesito que ella me vea los ojos cansados,

para saber que estamos bien ‘pisados.’

7:00 a.m.  (Retorno a casa)

Yo no necesito que me digan que a Diego, Martita y Juanito les hace falta alimentación y educación.

Y que mi casa no vale un millón.

Que la operación sale en Q. 20,000.00.

No necesito que me digan en que me van ayudar.

Yo ya lo pensé, lo soñé  y lo sé.

9:00 a.m. (El hogar y la decisión final) 

Y la vi y me vio y nos vimos.

Y supimos.

Y nos fuimos.

10:00 a.m. y semanas… (La ida)

Caminamos y sudamos

por el Desierto.

Recordamos y lloramos

por el Rio.

Y se la llevaron y me dejaron.

Y lo triste es que nunca llegaron.       

 

Tuqxajab’ q’eq

Keb’ kajb’al (Le q’ij maja kiloq)

Chi kinwalijik in rajawaxik ta’ chwe kajb’al.

Xaq xu kina’ le raxlab’ le nutuqxajab’ q’eq’ab’ che kanataj chwech.

In rajawaxik taj kin wil le ulew che kin na’o.

Xaq xu rajawaxik le nuq’ab’,

che usu’ik, tikonik, k’otinik xuquje’ uyakik.

Waqib’ kajb’al (K’ayb’al Chutin ruk’ K’ayb’al Nim)

In rajawaxik ta’ chwe che kanataxik che le rajil le uwach ulew che xqajik.

Xaq xu tane’ kinkamb’ik le nutanat pa le k’ayb’al.

In rajawaxik ta’ chwe che are’ kuril le nub’aq’och kosinaq,

che retanla’ che ujk’olik pa k’axk’ol.

Wuqub’ kajb’al (Tzalajem pa ja)

In rajawaxikta’ chwe che kab’ixik che ri a Tek, laj Marta’ xuquje’ laj Xwan che rajawaxik chake che ketzuqik xuquje’ le pixonem.

Che le wachoch che marajil ta’ jun millón.

Che le kunab’al kil Q. 20,000.00.

Rajawaxik ta’ chwech che kab’ix chweche kinkito’.

In xinchomaj, xinwichik’aj xuquje’ wetam chik.

B’elejeb’ kajb’al (Le ja xuquje’ ri chomanik k’isb’al)

Xinwilo, xinrilo, xaqil qib’.

Xaqetamaj.

Xujek.

Lajuj kajb’al - Q’ij rech wuq’ij… (Ilem)

Xujb’inik xuquje’ xujil pak’atanal

choch le zanib’ Ulew.

Xanataj chaqe xuquje’ xujoq’ik

choch le Plo.

Xk’amb’ikxin k’iya’y q’anoq.

Le b’isonik che man xeb’opanta’ wi’.    

 

Black Rubber Boots

2:00 a.m. (Darkness)

I don’t need a watch to wake up.

I only need the smell of my black rubber boots to remind me.  

I don’t need to see the earth to feel it.

I only need my hands,

to clean it, to sow it, to reap and harvest it.

6: 00 a.m. (Local Market vs. Global Market)

I don’t need to be reminded that the prices of vegetables have lowered.

I only need to take my bundle to the market.

I don’t need her to see into my tired eyes,

to know that we are ‘fucked.’

7:00 a.m.  (Going back home)

I don’t need to be told that Diego, Martita and Juanito need food and education.

That my house is not worth millions.

That the operation is going to cost 20,000.00 quetzales.

I don’t need your help. 

I already thought about it, I dreamt about it and I know it.

9:00 a.m. (The house and the final decision) 

I looked at her, she looked at me, we looked at each other.

And we knew.

And we left.

10:00 a.m. and weeks… (The departure)

We walked and we sweated

through the Desert.

We remembered and cried

through the River.

And they took her and they left me.

And the tragedy is that they never arrived.  

 

Amparo Monzón is a Maya K’iche’ woman and holds a M.A. in International Relations from the University of Westminster. She is passionate about learning and sharing experiences. 

For the previous blog in the series:  Lauren Heidbrink: Migration and Belonging: Narratives from a Highland Town/Migración y Pertenencia: Narrativas de un pueblo del altiplano/

For the next entry in the series: Sandra Elizabeth Chuc Norato: Deudas y Migración: Explorando a la realidad de Almolonga/ Debt and Migration: Exploring Almolonga’s reality

Migration and Belonging: Narratives from a Highland Town

by Lauren Heidbrink

(Spanish translation below)

Photo credits: Lauren Heidbrink

Youth Circulations is honored to showcase the important contributions of Guatemalan scholars in a new multilingual series entitled “Migration and Belonging: Narratives from a Highland Town.” This 7-part series emerges from a longitudinal study on the deportation and social reintegration of youth in Guatemala and Southern Mexico. With generous funding from the National Science Foundation, an interdisciplinary team conducted ethnographic and survey research in Almolonga, a K’iche’ community in the Department of Quetzaltenango.

Photo Credits: Lauren Heidbrink

Like many highland communities of Guatemala, Almolonga has been intensely impacted by migration and deportation over the past three decades. Known as the “breadbasket” of Central America, Almolonga is a peri-urban community that enjoys a thriving agricultural economy. Employment opportunities are abundant and include harvesting multiple seasons of crops, selling in local markets, and commerce activities to Mexico and El Salvador. In fact, Almolonga has experienced a population surge, in part due to internal migration to Almolonga by Guatemalans seeking employment. Known for a strong evangelical church, there is also notable institutional leadership. And yet in spite of these promising aspects, poverty remains significant, social inequality pronounced, alcoholism pervasive, and livable wages scarce. Heralded as an alternative to migration because of its employment opportunities, Almolonga continues to experience significant out migration to the U.S., primarily to bedroom communities of Portland, Oregon where there has been a relatively well-established Almolonguense community since the 1990s. As we learned in our research with households and community leaders in Almolonga, the impacts of migration and deportation are pervasive and enduring.

We offer a window into this complex landscape through “Migration and Belonging” which features blogs, poems, and reflections from an interdisciplinary research team conducting a household survey in Almolonga. Each piece is immediately informative about global youth, migration, health and well-being, belonging, and the effects of deportation across geographic space. And when taken together, this collection offers a rich, multifaceted account of a community impacted by colonialism, state violence, and the profound impacts—both historic and contemporary—of migration moving between intimate, community, and transnational levels.

“Migration and Belonging” likewise confronts the reader with questions about audience, voice, and translation. How does this series, at once heartfelt and artistic, reach an academic audience—or is it forever relegated to the blogosphere? What is gained and lost in translation? In our final blog of the collection, Celeste Sánchez, Giovanni Batz, and I reflect on these and other questions that arose during collaborations with our research team.

Please visit Youth Circulations (or subscribe) to receive the following weekly blogs in our series:

(Left to right) Back row: Alejandro Chán, Amparo Monzón, Angélica Mejía, Giovanni Batz, Lauren Heidbrink, and Celeste Sánchez. Front row: Catarina Chay Quiej, Ramona Elizabeth Pérez Romero, Sandra Elizabeth Chuc Norato.

Lauren Heidbrink is an anthropologist and Assistant Professor of Human Development at California State University, Long Beach. She is author of Migrant Youth, Transnational Families, and the State: Care and Contested Interests (University of Pennsylvania Press, May 2014). She currently the PI on a multi-year NSF Law and Social Sciences grant investigating the deportation and social reintegration of youth in Guatemala.

 

Migración y Pertenencia: Narrativas de un pueblo del altiplano

por Lauren Heidbrink

Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink

Youth Circulations tiene el honor de mostrar las contribuciones importantes de los eruditos guatemaltecos en una nueva serie multilingüe titulada “Migración y Pertenencia: Narrativas de un pueblo altiplano.” Esta serie de siete partes surge de una investigación longitudinal sobre la deportación y la reintegración social de jóvenes en Guatemala y el sur de México. Con apoyo generoso de la National Science Foundation, un equipo interdisciplinario hizo una investigación etnográfica y una encuesta comunitaria en Almolonga, una comunidad K'iche' del Departamento de Quetzaltenango.

Créditos fotográficos: Lauren Heidbrink

Como muchas comunidades del altiplano de Guatemala, Almolonga ha sido impactado intensamente por la migración y la deportación durante las últimas tres décadas. Conocida como el "granero" de Centroamérica, Almolonga es una comunidad periurbana que goza de una próspera economía agrícola. Las oportunidades de empleo son abundantes e incluyen cosechas múltiples, la venta en mercados locales, y comercio con México y El Salvador. De hecho, Almolonga ha experimentado una oleada de población, en parte atribuido a la migración interna por parte de guatemaltecos que buscan empleo en Almolonga. Conocido por una iglesia evangélica predominante, también hay un liderazgo institucional bien establecido. Sin embargo, a pesar de estos aspectos prometedores, la pobreza sigue siendo significativa, la desigualdad social pronunciada, el alcoholismo penetrante y los salarios dignos escasos. Proclamada como una alternativa a la migración por sus fuentes de empleo, la migración de Almolonga hacia los Estados Unidos continúa, principalmente a las comunidades dormitorio de Portland, Oregón, donde hay una comunidad Almolonguense bien establecida desde los años noventa. Como hemos aprendido en nuestra encuesta comunitaria y con líderes comunitarios en Almolonga, los impactos de la migración y la deportación son omnipresentes y duraderos.

Ofrecemos una ventana a este complejo paisaje a través de "Migración y Pertenencia", que cuenta con blogs, poemas y reflexiones de un equipo interdisciplinario dirigiendo una encuesta de hogares en Almolonga. Cada contribución es inmediatamente informativa sobre la juventud global, migración, salud y bienestar, pertenencia y los efectos de la deportación a través del espacio geográfico. Esta colección ofrece un relato abundante y multifacético de una comunidad impactada por colonialismo, violencia estatal y los impactos profundos—tanto históricos como contemporáneos—de la migración que se mueve entre niveles íntimos, comunitarios y transnacionales.

"Migración y Pertenencia"también enfrenta el lector con preguntas sobre audiencia, voz, y traducción. ¿De qué manera esta serie, a la vez sentida y artística, llega a una audiencia académica—o está siempre relegada a la blogosfera? ¿Qué se gana y se pierde en la traducción? En nuestro blog final de la colección, Celeste Sánchez, Giovanni Batz, y yo reflexionamos sobre estas y otras preguntas que surgieron durante las colaboraciones con nuestro equipo de investigación.

Por favor visite Youth Circulations (o suscríbase) para recibir los siguientes blogs semanales en nuestra serie:

(De izquierda a derecha) Fila posterior: Alejandro Chán, Amparo Monzón, Angélica Mejía, Giovanni Batz, Lauren Heidbrink, and Celeste Sánchez. Primera fila: Catarina Chay Quiej, Ramona Elizabeth Pérez Romero, Sandra Elizabeth Chuc Norato.

Lauren Heidbrink es antropóloga y Profesora Asistente de Desarrollo Humano en California State University, Long Beach. Es autora de Migrant Youth, Transnational Families, and the State: Care and Contested Interests (University of Pennsylvania Press, May 2014). Actualmente es investigadora principal de una beca plurianual de NSF Law and Social Sciences que investiga la deportación y la reintegración social de los jóvenes en Guatemala.

For the next blog in the series: Amparo Monzón: Botas Negras/Tuqxajab’ q’eq/Black Rubber Boots